BUENOS AIRES.- Los obispos católicos hicieron en sus mensajes de Navidad un fuerte llamado al diálogo, la "amistad social" y la reconciliación, al advertir sobre el riesgo de que se profundicen las divisiones y enfrentamientos entre los argentinos.
Aunque esperanzadores, expresaron preocupación por situaciones que erosionan los vínculos sociales y menoscaban la convivencia democrática pacífica, como la creciente inseguridad, las desigualdades sociales y los hechos de corrupción que generan "desconfianzas".
Asimismo, advirtieron sobre el flagelo de las drogas que "hacen muchísimo más difícil salir de la pobreza", mientras cientos de miles de jóvenes no estudian ni trabajan, lo cual, alertaron, "hipoteca el futuro".
*José María Arancedo (Santa Fe- presidente del Episcopado): "En este contexto de Navidad no podemos dejar de pensar en las muchas situaciones que atentan contra la paz, y que son un signo de nuestra fragilidad social, cultural y política. Más allá de las justas diferencias los argentinos debemos encontrarnos en el marco de pertenencia de una madura amistad social y como miembros de una misma comunidad, superando la pequeñez de enfrentamientos que descalifican y no construyen".
* Oscar Ojea (San Isidro - presidente de Cáritas Argentina): "Tenemos una terrible experiencia histórica de violencia y enfrentamiento entre nosotros, que viene de muy lejos. Se trata de una vieja herida mal curada que vuelve a abrirse y sangra. Hoy revivimos viejos conflictos que nos han enfrentado, heridas que no han cicatrizado. Hoy la falta de reconciliación es nuestra herida social, y a las heridas hay que aceptarlas, atenderlas y curarlas. Si uno las está tocando todo el tiempo, finalmente se infectan y el mal es más grave".
* Alfredo Zecca (Tucumán): "Que esta Navidad sea la ocasión de construir una sociedad de hermanos, donde reine la amistad social, la preocupación por el bien común, donde podamos dejar atrás las heridas, las divisiones, las palabras altisonantes, injuriantes, que podamos realmente vivir a fondo la fraternidad".
* Obispos patagónicos: "Preocupan tantas familias que no tienen trabajo. Una siempre más profunda convivencia social nos desafía. Hechos de corrupción, desprotección, muerte violenta y desapariciones van generando miedo y desconfianza de los unos con los otros. Frente a esto el camino es más organización comunitaria, más cercanía y acciones concretas para quienes sufren, más educación, más trabajo, menos ostentación de poder y dinero, más atención a los barrios periféricos de nuestros pueblos y ciudades. Esto nos permite construir la comunión entre las personas y una sociedad solidaria.
* Obispos jujeños: "Que nos comprometamos a superar divisiones y enfrentamientos con la sabiduría del diálogo y la paciencia de construir cada día el bien común, que es el bien de todos. Que trabajemos juntos por ampliar la mesa de la vida para todos, la posibilidad de trabajo digno para todos, de una educación cada vez más inclusiva e incluyente para nuestros jóvenes, en fin, de expectativas de vida plena y feliz para todo nuestro pueblo".
* Marcelo Colombo (Orán): "Hay que poder vivir en fraternidad, superar las tentaciones de la violencia y la arbitrariedad, de toda corrupción, de jugar a ser Dios".
Estas palabras se relacionan con lo ocurrido en la última semana: entre jueves y viernes pasado, al menos 292 comercios fueron saqueados en 40 ciudades de Argentina, según un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). En total, unos 500 comercios, entre ellos numerosos supermercados, sufrieron daños de algún tipo. (DYN-DPA)